lunes, 14 de septiembre de 2009

Chops


Una vez… él escribió un poema. Y lo llamó “Chops”. Porque así se llamaba su perro, y porque de eso se trataba. Y el maestro le dio un sobresaliente. Y una estrella de oro. Y su madre lo colgó en la puerta de la cocina y se lo leyó a todas las tías.


Una vez… él escribió otro poema. Y lo llamó “Inocencia con signo de interrogación”. Porque así se llamaba su pena, y porque de eso se trataba. Y el profesor le dio un sobresaliente. Y una mirada extraña y fija. Y su madre jamás lo colgó en la puerta de la cocina. Porque él jamás se lo enseñó…

Una vez, a las tres de la madrugada… probó con otro poema… Y no lo llamó de ninguna manera. Porque de eso se trataba. Y se dio a sí mismo un sobresaliente. Y un tajo en cada muñeca húmeda. Y lo colgó en la puerta del baño. Porque no pudo llegar a la cocina.

3 comentarios: