Give me a question....

And I´ll give you another question back ...

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¿Se puede escribir sobre la inapatía por escribir?

¿Por qué hay gente que escribe mil entradas al mes en un blog y tiene 200 seguidores? ¿Y otros que apenas apuran unos minutos al mes para escribir sobre un estado anímico-filosófico-absurdo-crítico o simplemente, un jodido poema o una canción?

Yo no me siento en un extremo ni en otro, aunque la verdad, muchas veces pienso que la vida me da más motivos para escribir de los que empleo o me gustaría....

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¿Soy escritora o escribo? ¿Miro o veo? ¿Soy fotógrafa o hago fotos? ¿Oigo o escucho?

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¡Esto tiene un post!

La inspiración me viene en los Summer Festivals, con ese rollo de cámping y convivencia entre batallas de barcos y cuatro en raya, inminentes estructuras de la metalurgia alemana del siglo pasado, amistades fraguadas a través de años de complicidad... lagos bañados por arcoiris , aseos infrecuentes y sistemas de supervivencia salvaje festivalero a base de hot dogs y sandwiches sabrosos....

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Cadenas de mails te tíos buenos que me mandan algunas amigas periódicamente
y que me deleitan hedonísticamente....


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La crisis y la conciencia de ser pasto de la jodida explotación empresarial,

la cultura contemporánea, el muro de Berlín....

los spams de Evax,

las bienvenidas y despedidas a ras de asfalto

el sabor a oficina y café con luna llena de fondo....

Obama bebiéndose una cerveza a la salud del mundo
en medio de este pegajoso verano...

Relajémonos,
la crisis pasará,
como dice Lady Gaga

Just dance!!!!

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¿El mundo se ha vuelto loco?

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Just give me a question!!!!!!!

El mundo se ha vuelto loco!!!!!!!!!!!

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Fanática de las exclamaciones


!!!

Cada palo, que sujete su vela...

Iratxe no salía de su asombro. CERRADO. ¿Cerrado? ¡Cerrado! ¿Cómo coño coñito se explicaba que la tienda donde esta tarde debía recoger su vestido de novia estaba cerrado? ¡Con razón no cogían el teléfono!

Hacía más o menos un año Iratxe había dejando a Alberto, su novio desde hacía ocho años, y se había prometido no volver a comprometerse con nada ni con nadie. Hacía tres meses había conocido a Imanol, un huracán que se la llevó por delante. Ella, que fumaba porros, ella, que salía por las noches como una yegua sin freno, ella, que había recuperado la locura de su vida, se dejaba arrastrar por la cordura y el cariño de un amor nuevo, aún sin desgastar. No le costó nada decir "sí, quiero", cuando una noche de luna llena Imanol le dijo "¿quieres ser mía para siempre?".

Hacía exactamente dos días había tenido un ataque de histeria. Llorando le dijo a Imanol que no sólo no quería casarse, sino que no quería volver a verle. Punto de inflexión y caída en picado. Recuperar las riendas de su corazón desbocado.

Hoy, la tienda donde debía recoger su vestido de novia le daba con la puerta en las narices. ¡Y eso que iba a decir que necesitaba anular la compra, y recuperar los 3.000 euros de señal que había dado! Murmullaba jodidas palabrotas repletas de jodida rabia de camino a casa.

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- ¿Boutique La Novia Perfecta? - descolgó el teléfono y ya se escuchaban los gritos al otro lado de la línea.

- ¡María Larrainzar González! ¡No me puedo creer lo que me habeís hecho! ¡He ido esta tarde a la tienda a recoger el vestido y resulta que está cerrada! ¿A qué cojones estais jugando?

- ¿Perdona, eres... - María era consciente de lo delicado de la situación

- ¡Soy Iratxe, Iratxe Rojo!

- Iratxe, cariño, tranquila. Es sólo que nos hemos trasladado... El local era muy caro y con la crisis...Ahora tenemos la tienda en Leganés. Te digo la dirección y te pasas por aquí, está todo bien...

- ¡No está una mierda bien! ¡No me avisais y me he llevado un susto de muerte! ¡No quiero el puto vestido y no me voy a casar! Esta misma tarde voy a recoger el dinero...

- Eso no creo que sea posible, Iratxe. No dispongo de efectivo ahora y tal y como están las cosas... ¿cómo que no te casas, mujer? No digas tonterías, es la semana que viene...

- ¡Que no te voy a dar explicaciones de mi vida, pero está más que pensado! - intentó respirar, respirar... Necesito de vuelta el dinero de la señal, los 3.000 euros. ¿Cuándo puedo recogerlos?

- Mira, Iratxe, en estos momentos la empresa atraviesa una crisis, lamento decirte que no podemos devolverte ese dinero ahora. No sé, siempre podemos guardarte el vestido y... ya nos lo pagas dentro de un tiempo... cuando te cases. - A María le recorría un sudor frío la espalda.

- ¡Que no me voy a casar, COJONES YA!

- Ufff... Mujer, estás un poco nerviosa, pero de verdad, algún día te casarás, y total.. el vestido ya lo tienes elegido...

- AAAARGGGGHHH!!!! - EL GRITO se oyó en el patio interior, y la vecina del primero, de setenta años, dio un respingo de aúpa.

- Bueno bueno, bueno... Iratxe, tranquila, vente para la tienda y lo hablamos ya más tranquilas - le temblaba la voz.

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En el autobús, de camino a la nueva Boutique La Novia Perfecta, Iratxe se encontró con la diseñadora de su Ex vestido de novia:

- Ya os vale, cambiáis de tienda y ni siquiera avisais.

- A mi que me cuentas, si me despidieron hace una semana....

Soy la bola negra

Había uñas arañando cristales
de espejos negros con marco blanco,
pinzas colgando de la cuerda
y abejas
capaz que recién llegadas
habían aprendido a volar
en ochos infinitos.



Fue entonces
cuando Lady Blue se prostituyó
intentando tocar el límite
en la barcacoa del jardín
para volver y contarlo.

No hubo suerte.

Aquella explosión
de besos de nube
nunca dados
antes de que se acabase el mundo
la llevaron al abismo
de la incredulidad
al mirar la ampolla en tu
insensible dedo
y ese disfraz de monstruo
que le trastocó.

Zeitgeist...
Promise? I´m not supporting Barcelona any more
I´m coming
in black....


Imágenes de la cara oculta de la Luna...
guitarreos de colores,
disparos argentinos
y english breakfasts,
tu foto ampliada intentando llevarme
de la mano por
los parques del mundo
antes de la llamada del futuro
ya orquestada.


Mis esencias desparramadas por el suelo
sobredosis de fotografías
que me desdibujan
pasados los años
de besos y desencuentros.

Explotación sublime de la noche
éxtasis de soles y nubes
nóminas y
el cariño de una madre
que no acaba de despertar
y no acabar de dormir...

Memoriza mi dedo índice
moviéndose al son del estribillo...


Virginia Woolf me miraba
genia prohibida
mientras mi mente daba vueltas
alrededor del nuevo mueble del salón
cuando intentaba abrazarte y odiarte
con paciencia somnífera.

Un vidrio ensució mi cerebro
cuando cerraste la puerta y dijiste
hola, he vuelto...

Me desentendí de los rayos de Tesla
cuando aprendí que hay
millones de días asombrosos
en la vida de una eterna insatisfecha.

Soy la bola negra
si consigues conducirme al abismo del agujero
ganarás la partida

Sólo tienes que buscar

el ángulo adecuado.

Segunda oportunidad, efecto boomerang

- ¡Vuelve! ¡Vuelve! - gritó Eloise al viento.

Ya no había manera de hacer volver a Valportillo, su pequeño loro exótico.

Lo vio escaparse de entre sus pequeñas manos mientras le intentaba estirar un ala para examinarla en todo su esplendor en la terraza.

En ese momento salió Mari y vio a su hija mirándose las manos vacías y con los ojos vidriosos.

- Se ha escapado...


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El problemas era que Eloise tenía la inocencia de una niña de 10 años... y Valportillo era un pícaro pájaro de 4 años. Empezaba a estar mayor en su experiencia y estaba acostumbrado a pasearse por casa, no como uno más, sino como el Rey de la casa.


Valportillo se las sabía todas. Se subía encima del mando a distancia para picotearlo si no le gustaba la música de Los40tv o el telediario. Bebía de los vasos de leche y picoteaba sobre la sandía, y se ponía de mala leche si le quitaban su ración diaria.

Valportillo, por tener carácter, hasta se desgañitaba a la hora de la siesta si no le tapaban la jaula para dormir.

Le gustaba que le pusiesen la piscinita en verano y bañarse sólo, aleteando a su aire. No solía pulular muy lejos y respetaba las ventanas abiertas y la terraza (aunque le encantaba subirse sobre las cuerdas de tender la ropa para ponerles histéricos).

Sólo obedecía si no lo intentabas atrapar. Le fastidiaba que le tocasen manos sudadas solo porque luego tendría que pasar una hora alisándose el colorido plumaje.

Prefería pasarse las horas limpiando cuidadosamente las pestañas y orejas de sus dueños... Jugando a perseguir bolitas de cereales por la mesa o hacer la noria de dedo en dedo. También le gustaba romper trocitos de la esquina del periódico que había olvidado sobre la mesa.

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Valportillo aquel día había amanecido raro. Era verano, hacía un sol espectacular y los pájaros de la calle gritaban como locos. Tenía la edad mental de un niño de siete años, pero la experiencia de un adulto que había pasado por la infancia de pajarería, la vida de soltero con sus nuevos cuidadores...

El día menos pensado se encontró con una pájara desconocida en su jaula, la primera de su especie en años. Habían establecido contacto... luego llegó la confianza, los juegos, dormir juntos, picotearse de vez en cuando, tener sexo... la rutina... ¡Los tres retoños: Big, Skinhead y Chullullu!
Todo fue genial hasta que su nena se volvió una loca bulímica que atacaba a sus crías tras alimentarlas.

Les separaron. A él le tocó cuidar de los enanos y ella desapareció.... para siempre. Las crías fueron vendidas o regaladas, y no sabía donde estaba su compañera.

Pero estaba seguro de que sin ella, sin las esperanzas y con todo el miedo, tenía que obligarse a abandonar la jaula y buscar un mundo diferente. Volando. En libertad.

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El grito de Eloise sonaba aún cercano. Valportillo canturreó la canción que ella le enseñó mientras se perdía entre las nubes, entre apenado y nostálgico.


Turu ru ruuuuu, turu ru ruuuuuuuu.....

Sabía el efecto boomerang. Siempre hay un mapa de regreso a casa. No siempre, una segunda oportunidad.