jueves, 28 de mayo de 2009

un jueves cualquiera

Vuelvo a casa arrastrando los pies, cansada. Me das el primer periódico gratuito de la mañana, o el último de la noche, quien sabe. Me guiñas un ojo. Me gusta y te regalo una sonrisa.

Lo ojeo en el metro entre bostezos. Los míos, de sueño. Los otros, de recién despertar. A Garzón lo quieren imputar por prevaricaqué?? El Barça ha ganado la Champions, el Papa se ha reunido con Margaret Tatcher, Zapatitos ha estado de cafés en La Moncloa con Bill Gates. Hay que joderse. Y yo me he pasado la noche en Cannes, con Almodóvar y Pé, con Obama y Michelle repartiendo bocadillos, con El Sueño de Morfeo presentando disco y Hugh Jackman patinando con su hijo... Alzo la mirada, y ahí está tu mirada, curiosa y peculiar. Sonríes y sonrío. Instantes.

Se sienta una chica a mi lado con su fucking Ipod. Anoto mentalmente: reemplazar el mp4 o lo que sea que uso para escuchar música. Reconozco que me jode la gente con la música a toda hostia en el metro. Y lo que más me jode, cuando estoy intentando leer y la música me flipa.

Le echo unos 34 años. ¿Justin Timberlake? Rubia, alta, maquillada y peinada a la perfección. El horóscopo dice que el sábado no me dedique a los actos sociales... y se casan dos amigos míos de la infancia, ¡Ouch!

De pronto la rubia saca una libretita que tiene los bordes de doce colores, uno para cada mes del año. La abre y empieza a investigar, ahora, a ritmo de Oasis. Febrero 2009. Enmarcar cuadro para papá. 20X15 cm. Mirar mueble cocina Ikea. hablar con Paco: Decirle que cada vez que hablamos parecemos más extraños. El tiempo nos cambia. Pedir cita al ginecólogo. Llamar a María y preguntarle por su embarazo. ¡Me mira y me descubre! Giro la cara.No me lo puedo creer. Ya le he puesto nombre. Claudia.

Colombia. Al salir tengan cuidado para no introducir el pie entre coche y andén. La rubia se baja y sube una mujer ciega con un perro y por la otra puerta un trompetista. Toca "New York, New York". Le sonrío mientras busco unas monedas. El anciano que está a mi lado le pregunta a la mujer si puede tocar al perro, y le dice que bueno, que un poquito pero no mucho que "está trabajando". El chucho me lanza una mirada adorable. Le guiño un ojo. Plaza de Castilla.

Salgo a la calle subiendo las escaleras mecánicas de dos en dos. Quiero llegar YA!!!

Camino por Bravo Murillo mirando zapaterías, bares, tiendas de fotos. El ruido de las excavadoras madrugadoras me deja sorda. Veo una tienda donde te imprimen la cara de Cameron Diaz en un cojín (con pantunflas hay oferta, oiga!)

Cuando atravieso la calle perpendicular a mi casa el autobusero del 49 frena, abre la ventanilla y me ofrece... ¡un churro!

I can´t blieve it!!! Me echo a reír absurdamente, y le digo que ya desayuné mientras ondeo la mano al viento, cara al sol. Vampira.

Cruzo el portal y me encierro en la Batcueva. See u tomorrow. Un jueves cualquiera.

lunes, 25 de mayo de 2009

En ocasiones oigo voces...

Marta escuchó los pitidos al otro lado del teléfono. Llamaba desde la extensión de su mesa por no levantarse cuatro pasos. Bueno, porque sabía que si daba esos cuatro pasos, lo próximo sería dar un puñetazo en la mesa de Belén, la tía con la voz más metálica que había oído en su vida, la de Administración. Llamaba para preguntarle por qué narices este mes había cobrado 100 euros menos, así sin avisar. Frente a ella, Lucía, su compañera, maldecía la CRISIS.

- No, mira, es que lo de tu caso es un reajuste de personal y por el cambio a mediados de mes de tu anterior finiquito...

Marta le cortó tajante- Déjalo, esto lo discuto con Carlos Cózar, y ya está. - Se le hinchaba la vena del cuello por momentos al pensar en el dueño de la maldita agencia.

- Pues... titubeó Belén. Igual, mejor... sí. Es que eso es de tu anterior contrato y...

- No pasa, nada, graciasss- colgó estirando irónicamente la ese todo lo que pudo.

Mierda de crisis, mierda de crisis, mierda de crisis. Lo pensó así, tres veces seguidas. En ese instante sonó el teléfono de su mesa. A su lado José bailaba con la cabeza frente a la pantalla y los cascos incrustados en los oídos, a ritmo dance. Lo descolgó y le reconoció
al instante. LA VOZ.

- Holaaa, ¿cómo van esas ventas de lunes?

- De lunes... suspiró Marta, aliviada al encontrar la familiar voz de un desconocido. SU desconocido.

Alex permanecía sonriente al otro lado, encantado de su voz encantadora. Sabía que no era un supermán, pero le gustaba tontear con sus habituales proveedoras de marketings publicitarios. Adoraba a su novia, Gema, pero no podía evitar ese juego absurdo.

- Venga, el fin de semana salieron todas las promos que te pedí de Mahou... Congratulations... susurró casi al final.

- Si, volvió a suspirar, la verdad no fueron mal.

- Bueno,yo sólo te llamaba para confirmar... ¡y darte las gracias, que no todas las agencias de publi se comportan y cumplen! Y porque estaba escuchando Cadena 100 y pusieron esa, "Dreams" de Cranberries y me acordé que lo escuchabas el martes pasado... Ja!

Marta se despidió con esa sonrisa estúpida en la boca... Al cabo de diez minutos, puso la Cadena 100. Sonaba Coldplay. ¿Estarían escuchando lo mismo?

El presentador cortó con el último compás de "Viva la Vida" y recordó a los oyentes la hora y el día de la semana. Fucking Lunes. De pronto ese sonido familiar de entradilla de radio, y el concurso de "Llámame y te invito", el de las cenas románticas... Y, al momento, el móvil de Marta empieza vibrar sobre la mesa. Malditas ironías, piensa mientras descuelga con un pálpito y baja el volumen de la radio...

- Holaaa, ¿Marta? Te llamamos de la radio...

- Síii.. Susurra silenciosa mientras intenta ocultarse de sus compañeros y se tapa el oído.

- Noooo.... ¡ Llámame y te invito!- Se le pone cara de búho.

- Estooo, siii, hehehehe, lo conoces... - dice el presentador vacilando la respuesta.

- Eres Alex de mahou... No lo puedo creer, ¡al fin! ¡Sí, quiero! - Grita Marta.

- ¡Al fin sé que eres una hija de puta, después cuatro años sospechándolo! - Grita Marcos desde el otro lado de la línea telefónica... Te irías con el primero...

Marcos colgó el teléfono sin aliento. La muy puta... radio con esos concursos de Los Cuarenta Principales y "Gástale una broma a tu pareja"...

jueves, 21 de mayo de 2009

Llamadas perdidas: Psicología barata.


Toc toc. ¿Tienes trastorno obsesivo compulsivo?

Lo leí en alguna revista tipo “Mía” o “Cuore”, de esas que se quedan desparramadas por la oficina un martes a las 3 de la madrugada. Curiosidad, hipocondría, llámalo como quieras... El caso es que empecé a leer. “Mimetismos, repetir un acto sin parar: lavarse las manos, fumar por fumar, atusarse el pelo, morderse las uñas, depilarse las cejas, asegurarse dos veces de haber cerrado la puerta...”

Aaarghhh...¿Soy una enferma? ¿Tengo el TOC? Oh, my God! Continué leyendo esas clases de psicología para mujeres aburridas del último desfile de Cannes.Palpitaciones.

Pero creo que soy una maniática a la que le gusta el cambio.Es cierto que siempre me siento en ámbar, y me doy cuenta de que mi ámbar es romper con todo lo que me rodea y aterrizar en un mundo diferente. Cada cierto tiempo siento la necesidad de alzar el vuelo. Despegar en un lugar y aterrizar en otro. Sin embargo, tengo la extraña sensación de que no puedo evitar llevarme mis “tocs” en la mochila. Qué voy a hacerle si me gusta sentarme en el mismo sitio del autobús, ver siempre el mismo imán en la nevera, comprar la misma marca de tabaco...

¿Tengo el TOC? Mmmmm.....Creo que no es para tanto.


Al final todos esos test sobre “¿Eres capaz de decir que no?” o “¿Necesitas estar fabulosa para sentirte completa?” me hacen mucha gracia. Y acabo leyéndolos sólo para darme cuenta de que nos estamos volviendo muy cartulis todas.

En realidad, todo es un “toc”.Y pienso que todos vivimos con ciertos “transtornos”, a veces obsesivos y otras veces compulsivos. Creo que la psicología moderna ha encontrado un filón en eso de ponerle nombres raros a comportamientos que han existido toda la vida. Y es un clásico de la psicología femenina que no falla. Caes. Y lo lees.

Mi psicóloga lo llamaba “TOC” y yo, sencillamente lo llamo, pasión exagerada por las costumbres. Porque todos necesitamos unas rutinas de vida. Te acomodas en el hábito de despertarte siempre con la misma canción, tomarte el mismo café (breve pero oxigenante) en el descanso laboral post-comida, llamar por teléfono a la misma persona (que va cambiando según ciclos de vida) para contarle nada, empezar siempre por el mismo calcetín izquierdo a vestir el alma...

“Somos animales de costumbres”. Ya lo decían todos los filósofos griegos.

Cuando acabé de leer el artículo, me pregunté cómo puedo ser tan ciclotímica. Porque tengo el toc, y sí, lo reconozco, un montón de hábitos y costumbres y manías que no puedo dejar ni aunque quiera.

¿Quizá por eso me gustan las norias? Sube, baja, sube, baja. Quizá por eso me llaman la atención los semáforos, que siempre dan verde después de rojo después de verde.

El resultado del test fue de “Mayorías B”. You´re in the average, babe.

Por lo tanto deduzco que no soy un homo sapiens raro, raro. Quidicir: Soy una esclava de las costumbres, pero necesito cambiar constantemente mis costumbres.


En el fondo, cuando me miro al espejo, me pregunto de qué se ríen esos psicólogos que les ponen nombres a las enfermedades. Porque si lo pienso mucho mucho, todos tenemos el jodido “toc”. Me veo en ti, y en ti, y en ti.

Todos tenemos nuestros tocs. ¡Y nuestros tics, y nuestros tacs!Unos más que otros. De acuerdo. Así que no, no soy una enferma. Sólo me gustan las norias y dormir en la misma postura: de lado y, si puede ser, junto a la pared.

Estos test son tan entretenidos como predecibles. Pero los jodidos te llaman: toc toc.

PD: Nadie se ve tan de cerca como tú mismo.

Vampira...

Amaneces sin sueño

vives despegándote las legañas

aborreciendo los crucifijos

bostezando a medianoche


Eres una criatura lunática,

no siempre será así...

Alivio y nostalgia.



Comienzas el día despidiéndote de la luz

absorbiendo el calor de un buen café

escuchando la lluvia dorada de la ducha

asumiendo tus excusas

enseñando los colmillos

poniéndote unas gafas de sol...



Te preguntas si es el final del vuelo

cuando las sombras ya no te persiguen

y buscas la sangre que necesitas.


Quieres morder alguna yugular

aúllarle a la luna desde París

y decirle al mundo:

“Chúpate esa”



Sales de la cueva

cocinas con ajo

te recubres con tu capa,

vuelves a despertar.



Amaneces sin sueño

con trescientos millones de años

caducada en tu experiencia

muerta y

muy viva...


Insensible..

QUIZÁ demasiado

sensible....