jueves, 20 de agosto de 2009
Vértigo
Hacía tiempo que Z. necesitaba un CAMBIO. Así, en mayúsculas, Arial tamaño Maxi fosforito. Así que decidió hacer algo al respecto.
Se despidió de su antiguo trabajo nocturno, se volvió vegetariana, pidió un transplante de cerebro y un par de gafas nuevas, unas que corrigieran su miopía, y otras que distorsionasen aún más la realidad. No contenta con esto, empezó a pintarse las uñas de negro y a admirar los culos femeninos.
Después se fue a París. Necesitaba hacer vudú con su propio corazón en el mismo lugar donde un hombre lobo se lo arrancó de cuajo, una noche de luna llena, años atrás. Era el único modo de dejar de sufrir por lo que un día fueron... y por lo que no fueron también.
Paseó por los Jardines de Trocadero descalza y llegó a los pies de la Torre Eiffel cuando empezaba a anochecer. Al mirar al cielo le invadió un extraño vértigo. Había llegado el momento de subirse a las estrellas y tirarse de cabeza...
Mil seiscientos sesenta y cinco escalones después se asomó al vacío y le temblaban las piernas. Trescientos treinta y tres metros le separaban del abismo de su vida a ras de suelo.
Cerró los ojos, abrió los brazos, respiró profundamente y... sin pensarlo dos veces, se lanzó a una velocidad igual a la raíz cuadrada de 2gh, osea: caída en picado a toda hostia.
Siete segundos y dos centésimas después el tiempo se detuvo.
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Z. rozó con la punta de los dedos el pelo de nube de E. Fue un instante mágico.
Después el mundo siguió rodando y Z. salió despedida en dirección al cielo. La inercia fue dejando paso a la fuerza de rozamiento y, finalmente, su cuerpo se quedó suspendido en el aire, víctima de un pseudosuicidio asistido.
Z. estaba pendiendo de un hilo, boca abajo y con los brazos en dirección a tierra firme.
Mientras E. miraba hacia las alturas, con los brazos extendidos hacia arriba...
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Por favor, no me dejes subir demasiado alto, ni caer demasiado bajo... no sola...
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"Two days in París" (Marion´s last speech) :
"It always fascinated me how people go from loving you madly to nothing at all, nothing. It hurts so much. When I feel someone is going to leave me, I have a tendency to break up first before I get to hear the whole thing. Here it is. One more, one less. Another wasted love story. I really love this one. When I think that its over, that I'll never see him again like this... well yes, I'll bump into him, we'll meet our new boyfriend and girlfriend, act as if we had never been together, then we'll slowly think of each other less and less until we forget each other completely. Almost. Always the same for me. Break up, break down. Drunk up, fool around. Meet one guy, then another, fuck around. Forget the one and only. Then after a few months of total emptiness start again to look for true love, desperately look everywhere and after two years of loneliness meet a new love and swear it is the one, until that one is gone as well. There's a moment in life where you can't recover any more from another break-up. And even if this person bugs you sixty percent of the time, well you still can’t live without him. And even if he wakes you up every day by sneezing right in your face, well you love his sneezes more than anyone else's kisses".
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Jo, debo suponer que E, no es de Elisa. Nunca he estado en Paris :)
ResponderEliminarjajajaja...
Bueno, si te sirve de consuelo yo también sufro de vértigo y de ciertas caídas. No hace falta que lo pidas, ya sabes que estaré ahí...
¿Ahora te me vas a poner romántica?
muaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
voy a mirar pisos, y gatos, y cursos, y...y....
como me cambien a la noche TE FUNDO!
Jo, es bonito pensar que siempre hay alguien que vigila tus caídas...
ResponderEliminarBesicos
Ya comprendo por qué te gusta cómo escribo, lo hacemos de una forma similar :)
ResponderEliminarMe encanta la fuerza con la que empieza el texto :D
Muchas gracias por los comentarios, Ex anónima. Tienes mucha razón, pero también hay poesía en tus palabras. Las caídas, como la muerte, son solitarias, pero es mejor si alguien nos acompaña, aunque no pueda ser físicamente.
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